Con 16 años, Toñi López hizo una obra de teatro con la compañía La Paca y se encargó por primera vez del vestuario. Esto hizo que se animara a ir a la escuela de Arte de Málaga para hacerse Técnico Superior en Estilismo de Indumentaria. Allí convivió con actores y descubrió que era en las artes escénicas donde daba rienda suelta a su creatividad. Esto le llevó a hacer las prácticas en la escuela de Arte Dramático. Así acabó creando su firma Florale, que se dedica a vestuario escénico, audiovisual, y todo lo que conlleva eventos y asesoría de imagen.
¿Qué diferencia el vestuario audiovisual del teatral?
En ambos hay que definir al personaje. En teatro hay que tener en cuenta los cambios, la libertad de movimiento, que el vestuario no apriete… En audiovisual puedes usar algo más ceñido ya que el actor puede estar más estático. El cine es más cercano y los detalles están más presentes, e incluso hay vestuario que no favorece el tono de piel del actor, cosa que en teatro pasa más desapercibido.
Uno de los grandes fallos es no darle importancia al vestuario contemporáneo. ¿Por qué?
Pues fíjate, hay muchos detalles a tener en cuenta al leer el guión: si hay que esconder un tatuaje, si el actor se tiene que arrodillar o hacer determinados movimientos… El vestuario debe estar preparado antes del rodaje para que se pueda ensayar con él. Pero no sólo eso, sino fallos básicos de vestuario: prendas que hacen efecto moiré en cámara, que hay que evitar, o que dañan la composición, o que daña los ojos del espectador. Otro fallo es camuflar al personaje con el fondo, vestirlo del mismo color que la pared o del mismo color que el sofá. Otras veces se ve el sujetador de las chicas cuando no se tiene que ver. O no se tienen en cuenta las solapas de las chaquetas a la hora de los descansos, y al volver a rodar no están colocadas igual y se produce un fallo de raccord.
¿Qué película o serie recuerdas que te haya sorprendido por su trabajo de vestuario?
La última serie que me llamó la atención en ese aspecto fue Vikingos y también Carlos V. En cuanto a largometrajes ahora mismo me vienen a la cabeza Australia y María Antonieta.
¿En qué trabajo te has podido explayar más?
En ninguno, todavía. Estoy desando hacer un largo. Me encantaría hacer una película en la que se mezclaran indumentarias de tribus urbanas: Punk, rock… sería una locura guay porque cada personaje reflejaría un estilo de vida.
¿Qué más refleja el vestuario?
La gente no es consciente de lo que transmite un personaje por su vestuario. Se plantea su tono de voz o cómo va peinado o maquillado: unos labios rojos significan una cosa, unos pómulos marcados significan otra… Pues con el vestuario pasa lo mismo. No transmite lo mismo un personaje con un vestido que con un pantalón o una chaqueta. Una persona joven se puede hacer vieja con el vestuario. De hecho vemos en la calle cómo personas jóvenes se visten como viejas y gente vieja se viste como joven. Eso es lo que muchas veces no se tiene en cuenta. Y hay que partir desde el color para transmitir información al espectador. Para eso hay una escala de psicología del color. Y para eso están los vestuaristas y figurinistas.