La Sala de Exposiciones Anexas del Centro Cultural Baños Árabes de la Diputación de Jaén acogerá hasta el próximo 23 de abril una muestra dedicada al cineasta jiennense Eduardo García Maroto. Compuesta por 50 fotografías de gran formato, la exposición está producida por el Festival de Cine Español de Málaga y comisariada por el historiador de cine Miguel Olid, que este año recibió ex aequo el Premio ASECAN a Labor Informativa junto a nuestro compañero Rafael Rus.

La muestra realiza un recorrido por la vida y obra de este director, actor, montador, productor y guionista de cine, considerado como uno de los pioneros del cine español en conocer las técnicas del cine sonoro y aplicarlas en España.

Eduardo García Maroto nació en Jaén el 14 de diciembre de 1903. Entró en contacto con el cine como auxiliar de laboratorio. Poco después fue ayudante de cámara en algunos largometrajes de cine mudo, en los que también intervino con pequeños papeles: vaquero, oficial del ejército, chófer, soldado árabe, etc.

Formó parte del equipo fundador de la productora C.E.A., una de las más destacadas de la época. Allí llegó a trabajar con Luis Buñuel y Miguel Mihura. Con este último escribió el guión de sus primeros cortos, “Una de fieras”, “Una de miedo”, “Y ahora… ¡una de ladrones!”, en los que parodiaba el cine de aventuras, el de terror y el policíaco. Tuvieron tal acogida de público y de crítica, que el más importante productor de la época, Vicente Casanova, de Cifesa, le llamó para proponerle producir una película, “La hija del penal”, con la que también logró un gran éxito.

Se encontraba en el mejor momento de su carrera y preparando su siguiente largometraje cuando estalló la Guerra Civil. Tras la contienda tuvo muchos problemas con la censura y Millán Astray quiso vetar “Truhanes de honor”, por el retrato que hacía de los legionarios. Dirigió buenas comedias como “Los cuatro Robinsones” y “Mi fantástica esposa”. En su última película, “Tres eran tres”, volvió a sus orígenes al parodiar de nuevo varios géneros, como el western, el terror y la “españolada”, pero se encontró de nuevo con la incomprensión de los censores.

Emprendió una nueva etapa como director de producción de las grandes producciones del cine norteamericano rodadas en España desde los años 50. Su papel fue decisivo en “Orgullo y pasión”, “Salomón y la reina de Saba” y “Patton”, entre otras muchas. Fue muy importante su contribución para que los productores de Hollywood fueran confiando cada vez más en los profesionales españoles hasta que, a mediados de los 70, fuera la primera vez que dos de ellos, el recientemente fallecido Gil Parrondo y Antonio Mateos, consiguieran el Oscar por su trabajo en “Patton”.

Eduardo García Maroto falleció en Madrid el 26 de noviembre de 1989, y nuestra Asociación le rendirá un homenaje entregando un Premio de Honor con su nombre durante la Gala final de nuestra Semana de Cine. Lo recogerá una figura del cine nacional por su apoyo al cine jiennense.